Si te gustan los animales y especialmente los burros, aquí tienes tu oportunidad solidaria. Esta es otra de las alternativas para apoyar este proyecto (apadrinar a uno de nuestros queridos y sufridos burros).
Muchos de ellos han llevado una vida de duro trabajo en un estado de salud crítico. Desde su llegada se recuperan gracias a todos los que colaboran de una forma o de otra.
La forma de colaborar puede ser aportando una cantidad económica mensual (tu decides el importe) y/o cualquier cosa que se te ocurra con el fin de contribuir de alguna manera. De lo que se trata es que estés complaciente con lo que haces y a su vez el burro sienta el cariño de otra persona más.
Si no has venido todavía a Burrolandia, visítanos, para tener un primer acercamiento y de paso ya lo elijas in-situ. En caso que no puedas por la lejanía u otra imposibilidad, lo elegimos nosotros.
Para apadrinar, lo único que tienes que hacer, es enviarnos tus datos personales y el nombre del burrito elegido a la dirección de correo amiburro@amiburro.es para realizar el certificado personalizado con la historia del burro elegido. Puedes también rellenar el formulario al final de la página.
Aunque no podrás llevártelos a casa que querrías seguramente, si que:
Puedes hacer tu donativo de apadrinamiento mediante:
Puede ser también un regalo ideal para familiares y amigos.
Os esperamos el domingo in-situ para informarte de alguna pregunta que se te ocurra.
Conoce alguno de nuestros compañeros a la espera de conocerlos en la visita de un domingo:
HISTORIA DE NICO
Los mul@s vienen del cruce entre la yegua y el burro. Las mulas hembras suelen ser más dóciles que los machos. Estos son también llamados “mulos yeguatos” y suelen ser de primeras más tercos e inquietos que las hembras.
San Nicolás o lo que es lo mismo Nico, de gran tamaño, capa negra con algunos toques canosos, espigado (señorial) y lomo totalmente recto, nos delata que no ha sido un animal que haya pasado penurias como otros burros que hemos rescatado.
Su padre se llama Ruperto (zamorano-leonés), que le conocimos porque estuvo unos meses con nosotros en Amiburro. Su anterior propietario no le quería porque tenía unas heridas en la parte baja de las patas de difícil curación. Posteriormente y a solicitud de una persona conocida por uno de los colaboradores, le llevamos a Lozoyuela (heridas ya muy mejoradas) para que pastara con un grupo de yeguas que este señor tenía en una finca de Sieteiglesias. Al año y medio de estar allí, Ruperto junto con su querida yegua de capa castaña clara tuvieron la suerte de tener a Nico.
A medida que fue creciendo, según nos cuentan, mostraba sus dotes de saltador, es decir, no había valla que no saltara, puerta que no abriera y por tanto finca que no se escapara. Después de varias actuaciones y búsquedas por parte de la guardia civil de la zona, decidió el dueño que al igual que Ruperto fue a Lozoyuela, Nico fuera a Tres Cantos.
Nada más llegar le metimos en una cuadra para ver su comportamiento y a los 5 minutos ya se había salido saltando la puerta baja como un caballo saltador. Ahora ya menos, pero las primeras veces que le sacábamos se ponía a galopar y como se le pusiera algún otro animal por delante corría aún más e inclusive intentando darle manotazos con las manos/patas delanteras. Esto ya se le pasó, ahora está más tranquilo y este verano ha iniciado clases para tirar del carro, que por su corpulencia y ganas de hacer cosas es como mejor se encuentra.
Un gran compañero de juegos de Jopita y Jaime, y controlador de las aves que tiene a sus espaldas. No muy lejano en el tiempo os aseguramos que podréis pasearle como si de un perrito se tratara. Con una talla a la cruz aproximadamente de 1 metro y 60 cm, es el más grande de los burr@s/mul@s que pasan una vida y sana en Burrolandia.
HISTORIA DE AURELIO
Fue una gran sorpresa para Domi (anterior propietario), el que naciera un burro de estas características. Recordamos que fue la atracción de ese día del burro en Camesa-Cantabria, no sólo porque acaba de nacer sino por su capa con manchas, sus cascos blancos, etc.
Ese mismo año ya le dijimos a Domi que desde Amiburro queríamos tener un burro en Madrid de similares características. Su respuesta fue positiva: cuando el Pío tenga la primera cría con alguna de las burras que tengo, os lo cederé. Fuimos en el 2012 y 2013 a Camesa para participar nuevamente en el día del burro, y allí seguía tan pancho el burro en los prados sin haber tenido descendientes todavía, situación lógica por su corta edad. Este último año 2013 y dentro de las actividades de la fiesta del burro, tuvimos la oportunidad de cortarles los cascos y de hablar nuevamente con Domi para ver si nos lo podíamos traer a Madrid. Fue dura la negociación, pero hicimos trueque y días posteriores a la fiesta nos acercamos a Camesa con la furgoneta y van para recogerlo.
Sus primeros meses desde su llegada a Madrid fue compañero de Jaime, Nene y Jopita. Posteriormente y una vez adaptado le pasamos a una de las corraletas donde estaban 5 burras y actualmente está en la cuadra general con gran parte de la manada.
Se ha adaptado muy bien y los domingos es uno más de los que está esperando comer parte de los cuencos de verduras. Aurelio dejó de ver y probar esos prados verdes a los que estaba acostumbrado y pasó a tener un mayor acercamiento con las personas. Algunos de los niños que nos visitan, les hemos oído decir “es una vaca”, jaja.
A diferencia de otros burros rescatados o cedidos, este burro no ha tenido una vida de duro trabajo y maltrato.